Después de mucho meditar, decidimos irnos del hostel.
Se dio que Noelia y Jorge, nuestros amigos Argentinos, decidieron mudarse al sur, y por esa razón, dejaban su departamento libre y, con esta posibilidad y sabiendo lo hermoso que era el departamento, decidimos mudarnos.
El departamento tenía cocina, comedor-living, recepción y habitación en suite.
Pequeño dato, pero no menor, fue que al irnos del hostel a Darío le quitaron el trabajo picker porque el contractor tenía arreglo con el hostel y sus personas hospedadas. No fue grato pero igual pudimos vivir con mi sueldo, y con algún ingreso extra de algunos días que a Darío lo llamaron de un restó para lavar copas, como también, estudiaba para perfeccionar su inglés con las clases que la dueña de la casa y Justyn le daban.
Al lado vive la dueña, Marietta, kiwi - de Nueva Zelanda, aunque sus padres son italianos.
Es un amor de ser humano, siempre atenta a lo que necesitamos, a lo que buscábamos. De comienzo me regaló un kiwi (pájaro nativo de NZ) de peluche y a Darío un limpiador para auto. Nos cocinó pasta italiana, nachos con salsa y hasta nos hizo Baylis casero!
Tenía 2 perritos pequeños: Buda y Zeus.
Vivimos allí por 2 semanas y fueron maravillosas!
Hasta que decidimos viajar al sur...
Antes de irnos nos proveyó de una frazada y herramientas para el auto. Una diosa!
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