Luego de bajar del ferry, llegamos a Picton y de allí, en 20 minutos, estuvimos en Blenheim.
Esta ciudad es hiper tranquila. No es turística para nada, al contrario, es aburrida. Cuando llegamos fuimos al centro de información que está justo al entrar al pueblo.
Buscamos un par de folletos de hosteles y, aclaro, estaba lloviendo bastante...
Fuimos a un par de lugares a averiguar, pero todos los hosteles salían $125 la semana cada uno. Decidimos esperar y nos fuimos a Mc Donald´s a comer algo y a usar internet. En este lugar conocimos a una amable señora, no recordamos el nombre, que nos acompañó a unas oficinas de trabajo donde debíamos anotarnos para trabajar en la viña. Nos despedimos de ella agradecidos y encontramos a tres brasileros y un chileno que nos ayudaron a encontrar alojamiento donde ellos estaban. Vivían en un flat, a tres cuadras del centro.
Justo, había una habitación disponible para pareja y nos vino genial. Pagamos $170 los dos por semana! Nuestra economía comenzó a mejorar con estos nuevos números...
Lo bello de esta ciudad es la biblioteca, allí encuentras internet gratis. Está disponible el lugar de 8am a 6pm. Solo debes llevar tu pc y conectarte directamente.
Hay libros, CD´s y películas para alquilar o comprar.
Yo me la pasé leyendo revistas de chusmeríos en inglés, obvio, con diccionario en mano! Jajaja!
Hay un Count Down, un New World, Mc´Donalds, Burger King, Ware House y un Subway.
Es un pueblo chico, pero con todas las comodidades!
Aquí, en Blenheim, nos encontramos con el argentino Mariano y con los brasileros Rafael, Felipe y Pedro. Este país es un barrio, definitivamente!
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